El retraso estaturo-ponderal se da cuando un niño no crece adecuadamente a lo largo del tiempo. Los niños con retraso estaturo-ponderal no tratado corren el riesgo de tener baja estatura, problemas de comportamiento y emocionales, y retardo en el desarrollo.
Causas del retraso estaturo-ponderal
Hay muchas razones por las que un bebé podría ser demasiado pequeño para su edad. Esto no significa necesariamente que tenga un retraso estaturo-ponderal. Por ejemplo, los bebés prematuros y los que tuvieron restricción del desarrollo fetal durante el embarazo pueden estar por debajo del quinto percentil de la tabla de crecimiento. Si el niño crece a la velocidad normal esperada, no se considera que tenga retraso estaturo-ponderal.
En ocasiones, los bebés que son amamantados aumentan de peso lentamente debido a un suministro inadecuado de leche materna o a problemas en la técnica de amamantamiento. Una asesora en lactancia puede ser muy útil en esta situación.
Diversas afecciones pueden causar el retraso estaturo-ponderal o contribuir al mismo. El estrés es a menudo un factor contribuyente. Por ejemplo, una madre deprimida puede tener dificultades para alimentar a su bebé. El bebé puede responder a la depresión de su madre volviéndose retraído y esto podría hacer que se alimente menos. Asimismo, si los padres están excesivamente ansiosos por alimentar a su niño y lo obligan a comer, esto puede dar como resultado problemas de alimentación y retraso estaturo-ponderal.
Si un bebé recibe un preparado para lactantes demasiado diluido, se reducirá la cantidad de calorías que ingiere, lo que podría llevar a un retraso estaturo-ponderal. Por otra parte, los bebés que son alérgicos a la leche de vaca pueden tener problemas para absorber los nutrientes de los preparados para lactantes habituales. Algunos niños podrían tener dificultades especiales para alimentarse, como en el caso del reflujo gastrointestinal grave o las malformaciones congénitas, que afectan su capacidad para incorporar una cantidad adecuada de calorías.
Algunos niños tienen enfermedades que afectan su capacidad para absorber adecuadamente los nutrientes. Entre estas enfermedades pueden citarse la enfermedad celíaca, la fibrosis quística, la enfermedad hepática y algunos problemas gastrointestinales.
Diagnóstico del retraso estaturo-ponderal
El retraso estaturo-ponderal es un cuadro frecuentemente observado por médicos y pediatras. Es necesario un diagnóstico y un tratamiento temprano para prevenir la desnutrición y los problemas de desarrollo. La mejor manera de diagnosticar el retraso estaturo-ponderal es medir cuidadosamente el peso, la altura y la circunferencia de la cabeza del bebé a lo largo del tiempo, y comparar las mediciones con las tablas de crecimiento normalizado.
A continuación se presentan algunas tablas de aumento de peso y de crecimiento para niñas, preparadas por la Organización Mundial de la Salud:
A continuación se presentan algunas tablas de aumento de peso y de crecimiento para niños, preparadas por la Organización Mundial de la Salud:
Su pediatra utilizará las tablas recomendadas para su región.
El National Institutes of Health define el retraso estaturo-ponderal de la siguiente manera:
- peso inferior al tercer percentil según una tabla de crecimiento normalizado
- peso un 20% inferior al peso ideal según la talla; o
- un descenso con respecto a una curva de crecimiento previamente establecida
Por otro lado, muchos médicos pueden diagnosticar el retraso estaturo-ponderal en un niño, si éste se ubica por debajo del quinto percentil de peso para su edad, o si su peso según su edad cruza dos líneas de percentil en la tabla. Otros médicos pueden hacer un diagnóstico si el niño desciende por debajo del décimo percentil en las tablas de talla según la edad o de peso según la talla.
Si el médico sospecha que su niño tiene retraso estaturo-ponderal, hará una evaluación cuidadosa y discutirá con usted lo siguiente:
- los comportamientos alimentarios y nutricionales: la cantidad de alimento y de leche materna o preparado para lactantes consumidos por día, el modo de preparación, y si usted tiene "guerras alimentarias” con su niño
- la historia clínica: el nacimiento de su bebé; cualquier malestar reciente o enfermedad crónica; hospitalizaciones, heridas o accidentes previos; problemas gastrointestinales
- las medicaciones anteriores y actuales
- los antecedentes sociales: quiénes son los cuidadores, si hay antecedentes de descuido, y si hay eventos estresantes en el seno de la familia
- antecedentes familiares: si los hermanos del niño padecen otras enfermedades o retraso estaturo-ponderal
El médico evaluará a su niño para ver si tiene problemas de desarrollo, ya que éstos pueden presentarse en niños con retraso estaturo-ponderal.
Luego realizará un examen físico de su niño. Asimismo, evaluará si una mala nutrición ha originado el escaso crecimiento de su niño. También buscará signos de trastornos genéticos o de enfermedades subyacentes que pudieran perjudicar el crecimiento del pequeño. Finalmente, buscará signos que sugieran abuso o descuido infantil.
El médico también observará la interacción entre usted y su niño. Tal vez le pida a usted que alimente a su bebé o que le traiga una colación. Esta evaluación se debería hacer en un momento en que su niño tenga hambre. El médico evaluará el temperamento de su niño y cómo responde usted a los indicios que él le da. Esta información puede ayudar a su médico a determinar el mejor plan de acción para tratar a su bebé.
Su médico probablemente no indicará análisis de laboratorio en este momento, a menos que sospeche que el niño pueda tener una enfermedad o trastorno particular. Sin embargo, si su niño continúa creciendo poco a pesar de los cambios en su alimentación, el médico puede indicar algunos análisis de sangre o de orina.
Manejo del retraso estaturo-ponderal
El primer paso en el manejo del retraso estaturo-ponderal es identificar la causa subyacente y tratarla. Una vez que se haga esto, el retraso estaturo-ponderal se manejará con cambios en la dieta del niño y en sus comportamientos alimentarios. Todos los niños con retraso estaturo-ponderal necesitan una alimentación rica en calorías para que puedan ponerse al día con su crecimiento y su aumento de peso. Un médico deberá seguirlos al menos una vez por mes, no sólo para que alcancen su peso correcto, sino también para que mantengan el aumento de peso en el transcurso del tiempo.
Los bebés necesitan tres veces la cantidad de calorías por kg que necesitan los adultos, por lo que es fácil ver cómo un bebé puede atrasarse en su crecimiento. Si usted está preocupada por la cantidad de alimento que ingiere su niño, trate de llevar una agenda de los patrones alimentarios del niño durante 3 días. Anote todos los alimentos y las cantidades que ingiera su niño en un período de tres días. Llévele esa lista a su médico para que pueda evaluar la alimentación de su niño y la ingesta de energía.
Si su médico determina que el niño tiene retraso estaturo-ponderal, usted deberá aumentar la cantidad de calorías que ingiera por día. Los niños con retraso estaturo-ponderal necesitan un 50% más de la ingesta calórica diaria recomendada en base al peso esperado. Por ejemplo, un bebé sano de 10 días a 1 mes necesita alrededor de 120 kcal/kg por día, pero un bebé de la misma edad con retraso estaturo-ponderal necesita un 50% más de calorías, es decir, 180 kcal/kg.
Si su bebé se está amamantando o está recibiendo lactancia artificial y no ha comenzado a ingerir alimentos sólidos, y su médico de cabecera cree que el pequeño necesita aumentar su ingesta calórica, le explicará cómo lograrlo.
Si su bebé ya está ingiriendo alimentos sólidos, puede aumentarle la ingesta calórica agregando cereal de arroz a los otros alimentos en puré. También existen algunas bebidas lácteas ricas en calorías. Pregúntele a su médico si debería dárselas a su bebé.
Hay varias maneras de aumentar la ingesta calórica en bebés más grandes y niños pequeños. Usted puede agregar alimentos de sabor agradable y ricos en grasa como queso, crema agria y manteca a los otros alimentos del niño. Las multivitaminas pueden ser útiles para asegurar que su niño reciba las vitaminas y los minerales que necesita pero, también en este caso, debe consultar con su médico para ver si son adecuadas para su pequeño.
Si bien es esperable que usted esté preocupada por el retraso estaturo-ponderal de su niño, es importante que usted se asegure de no obligarlo a comer. Intente hacer que la hora de la comida sea un evento agradable, regularmente programado y sin prisa. Coma con su niño. Si su niño está ingiriendo alimentos sólidos, asegúrese de que esté cómodo en la silla alta y que mantenga la cabeza erguida. Comience con pequeñas porciones para no abrumarlo, y luego aumente gradualmente los tamaños de las mismas. Aliéntelo a comer una amplia variedad de comidas. Si ya se lo ha introducido a los cuatro grupos de alimentos, asegúrese de incluir algo de cada grupo en cada comida.
Después de dar estos pasos, si su niño no está aumentando suficientemente de peso, tal vez sea necesario derivarlo a un especialista o a un equipo de especialistas. Un enfoque conjunto realizado por médicos, enfermeras, dietistas-nutricionistas, trabajadores sociales y psicólogos puede no parecer práctico al principio, pero tal vez sea la mejor solución para su niño, especialmente si está padeciendo una enfermedad no diagnosticada o una situación social difícil.