La adolescencia puede volverse más difícil cuando su hijo tiene una enfermedad crónica como la AIJ. Resulta desafiante porque lo que uno quiere es intervenir y ayudar. Reflexione acerca de cómo ayudarlo en formas que sean respetuosas de las destrezas de su hijo adolescente.
Trate de equilibrar la creciente necesidad de su hijo adolescente por adquirir independencia y por manejar los síntomas de su AIJ. ISi su hijo adolescente padece de un brote y un aumento en el dolor, encuentre el equilibrio entre hacer consciente el desafío que representa tratar con el dolor mientras lo anima a encontrar formas para lidiar con el dolor de manera que todavía pueda vivir una vida plena. Por ejemplo, es probable que a veces usted quiera que se quede en casa sin ir a la escuela cuando tenga dolores. Sin embargo, con frecuencia, animar a su hijo para que por lo menos asista parte del día y obtenga notas de las clases perdidas puede favorecer a su capacidad activa de afrontamiento. Ayude a su hijo adolescente a aprender a equilibrar sus necesidades de ser independiente con el manejo de su AIJ.
A continuación se ofrecen unos cuantos consejos útiles más.
Obtenga apoyo
Ser padres de un adolescente puede ser muy desafiante. Hable con su pareja y con otros padres para obtener ideas y apoyo. Las diferencias en opiniones entre usted y su pareja saldrán a la luz. Es importante hablar de estas cuestiones en privado. Deben mostrarse como frente unido cuando traten con su hijo adolescente.
Piense en el adulto en el que se convertirá su hijo adolescente
Piense en la clase de adulto que quiere que su hijo adolescente llegue a ser. Utilice estos objetivos para orientarse en la toma de decisiones. Por ejemplo, si quiere que su hijo adolescente se convierta en un adulto independiente y responsable, dele muchas oportunidades de asumir responsabilidades. Al principio va a necesitar supervisión, pero después de un tiempo solo va a necesitarla muy poco o nada. Esto lo ayudará a volverse más independiente.
Cuide bien de su propia salud. De este modo, estará dándole un buen ejemplo a su hijo adolescente.
Vuelva a considerar las reglas
Piense acerca de las reglas de su casa. Si tiene muchas reglas, trate de reducirlas a unas cuantas. Estas reglas se centrarán, generalmente, en la seguridad de su hijo adolescente y en que se haga responsable. En términos de seguridad, comuníquele que siempre debe avisarle en dónde y con quién está. Su hijo adolescente también tiene que saber que es responsable de cualquier consecuencia derivada de su propio comportamiento en la casa, en la escuela y en su vida social.
Permita que su hijo adolescente asuma algo de responsabilidad
Reflexione acerca de lo que hace para ayudar a su hijo adolescente. Piense en formas en las que pueda dejar que asuma él mismo, de manera gradual, algunas de estas tareas. Por ejemplo, si su hijo adolescente no está bien y él piensa que tiene que ir a ver al médico, dígale que confía en su decisión y que piensa que está en lo correcto. Luego sugiérale que llame para concertar una cita. Hágale saber que usted lo llevará a la cita y luego de regreso a casa.
Un otro ejemplo es la compra de medicamentos de su hijo adolescente. ¿Quién entrega la receta médica? ¿Quién la paga y la lleva a casa? ¿Quién lleva la cuenta de cuándo es tiempo de comprar más? Quizás pueda usted ir a la farmacia con su hijo adolescente y darle el dinero o la tarjeta del seguro para que pueda recoger él mismo las medicinas.
Ayude a su hijo adolescente a encontrar el equilibrio
Ayúdelo a aprender a equilibrar sus actividades para favorecer una buena salud. Es probable que su hijo adolescente quiera participar en alguna actividad. Sin embargo, probablemente le preocupe la manera en que esa actividad pueda llegar a afectar su salud. Antes de hablar con él al respecto, piense en qué le va a decir y cómo se lo va a decir.
Tal vez le preocupe que si su hijo adolescente va a una fiesta o se une a un equipo deportivo, después pueda presentar demasiada fatiga o dolores articulares. Comparta sus inquietudes tranquila y respetuosamente. Anímelo a que comparta sus ideas de cómo reducir al mínimo problemas potenciales. Usted podría decir: "Me preocupa que si te quedas despierto hasta tarde con tus amigos, entonces te sea difícil levantarte y llegar a tiempo a la escuela al día siguiente. Estoy seguro de que tú también has pensado en esto. ¿Se te ocurre alguna idea de cómo sí ir a la fiesta y que no sea todo tan difícil por la mañana?" Es probable que se le ocurran algunas ideas propias. Por ejemplo, podría sugerir tomar una siesta después de ir a la escuela y antes de ir a la fiesta. Si su hijo adolescente sabe que usted realmente lo escucha y valora sus ideas, estará más dispuesto a escuchar las suyas.
Todos los que viven con una enfermedad crónica tienen que aprender a equilibrar las actividades que pueden ser agotadoras en el corto plazo con las actividades que favorecen una buena salud y cuidado personal. Es posible que, en ocasiones, su hijo adolescente decida que una actividad "vale la pena el precio" a pagar más tarde en términos de un aumento en los síntomas de la AIJ. Por ejemplo, podría decidir ir a un día de compras con sus amigos, incluso aunque sepa que estará tenso, adolorido y exhausto durante un par de días después. Como padres, esto puede resultar muy difícil de ver. Puede ser que se sienta obligado a intervenir. Trate de recordar las decisiones que tomó usted siendo un adolescente, en las que sus padres no estaban de acuerdo. No olvide lo que aprendió de esas situaciones.
Si un adolescente no se presiona a sí mismo, no sabrá cuáles son sus límites. Nunca sabrá de lo que puede ser capaz. Todos necesitamos cometer errores y en ocasiones aprender del modo difícil Y a veces, una actividad sí "valdrá la pena" para su hijo adolescente.