La inflamación ocular habitualmente ocurre sin otros síntomas oculares hasta que es demasiado tarde. La inflamación ocular puede derivar en otros problemas visuales como ser: cataratas o glaucoma. La catarata es una nubosidad en el cristalino. El glaucoma es la presión alta en el ojo y tampoco presenta síntomas tempranos. Tanto la catarata como el glaucoma pueden causar daños permanentes en los ojos.
Por esta razón es importante realizar exámenes oculares habituales con un oftalmólogo si padeces de AIJ.
¿Por qué son importantes los exámenes oculares?
A la inflamación ocular se la denomina iritis o uveítis. Esta es otra característica de la AIJ. Existe un alto riesgo (aproximadamente 20%) de inflamación ocular entre los jóvenes que padecen de la AIJ oligoarticular. El riesgo es mayor en las niñas que presentan un test positivo en el análisis sanguíneo llamado ANA. No obstante, la inflamación ocular también puede ocurrir en otros tipos de AIJ y en aquellas personas cuyo resultado del ANA es negativo.
¿Cómo se realizan los exámenes oculares?
En primer lugar, alguien chequeará tu visión.
Luego, el oftalmólogo colocará gotas anestésicas en tus ojos seguidas por otras gotas. Estas dilatarán tus pupilas de manera temporal lo cual significa que dichas pupilas se agrandarán. A las gotas les tomará entre 20 a 40 minutos hacer efecto y para ese momento tu visión será bastante borrosa y sensible a la luz. Estas gotas le brindarán a tu médico una visión clara con respecto al interior de tus ojos.
Otra parte del estudio ocular se denomina examen con lámpara de hendidura. Tu médico utilizará un aparato llamado lámpara de hendidura para observar las partes frontales de tu ojo. Esta máquina es una clase de microscopio que produce una luz púrpura y permite que tu médico observe si es que hay células inflamatorias flotando en tus ojos.
La lámpara de hendidura también puede ayudar a tu médico a detectar otras complicaciones como ser cataratas o glaucoma. Si te están realizando exámenes para verificar si hay glaucoma también es posible que te suministren otro conjunto de gotas a fin de que el médico compruebe la presión ocular.
Otros métodos para controlar la presión ocular incluyen un aparato que arroja un soplo de aire sobre tus ojos. También existe otro procedimiento que utiliza un aparato manual que parece un lapicero que roza los ojos de manera suave. Todos estos exámenes serán indoloros debido a las gotas anestésicas que ya se te habrán administrado.
El examen ocular completo es indoloro y una vez que hayas terminado podrás ir a tu casa, pero aún tendrás las pupilas dilatadas y la visión borrosa debido a las gotas. También es posible que seas sensible a las luces brillantes debido a la dilatación de tus pupilas. La visión borrosa durará seis horas o más. El efecto en tus pupilas se extenderá por 24 horas. Si llevas anteojos de sol a tu cita médica, serán de mucha ayuda cuando regreses a tu casa.
La frecuencia recomendada para los controles oculares dependerá del tipo de AIJ que padezcas, cuánto tiempo la has padecido y de la presencia o ausencia de ANA en tu sangre. Tu reumatólogo pediátrico te dirá con qué frecuencia necesitas hacerte un examen de los ojos, generalmente desde cada tres meses hasta una vez al año.